Escribir sobre ella me produce un
gran placer y una ternura sin par. Es que se hace la ruda, pero se le nota que
no loes tanto. Tina fue la primera de las chicas en venir a casa en aquel
primer año de secundario. Vino a pedir unos apuntes. Se puede decir que la
quiero mucho y es cierto. La verdad es que si hay una palabra que la define,
esa es: “Servicio”. Como buena asistente social que es (aunque no ejerce), siempre
está para darte una mano. Es tierna,
dulce, respetuosa de las decisiones ajenas y, por sobre todo, sabe escucha. Reflexiva
como pocas, te oye primero, piensa sobre el tema y después te dice lo que piensa
sin rodeos. Es una persona cabal. Oriunda
de La Plata, cuando terminó el secundario volvió a su ciudad y no la vi por
nueve años. Cuando regresó, nos dijimos “hola”, nos dimos un beso y tuve la
sensación de haberla visto todos los días de ese lapso. Siempre estamos juntos.
A esta hora ella aparece en el chat y nos deseamos buena jornada. De mis amigas,
Tina noguera es la que siempre tiene una palabra justa entre lo ideal y lo posible.
Ni poco ni demasiado, todo es cuestión de medida. Y yo la quiero desmedidamente,
si es que el cariño puede medirse.
© Juan José Mestre.
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