sábado, septiembre 22, 2012

LA NEGRA


LA NEGRA


Era una abogada brillante. Pero tal vez, su rasgo más característico  lo constituía la gracia que poseía. Fue, sin exagerar, la versión femenina de Alberto Olmedo. Uno la miraba y ya se sonreía. Y ella casi nunca lo hacía. Pero te hacía reír aunque no quisieras. Un día, nos llevaba a la terminal de Rosario a mi madre y a mí. Tenía un Fiat Spazio de dos puertas y mi vieja iba atrás. Al momento de bajarse y de tantas bromas que hacía, no pudo con su humanidad y quedó sentadita en el piso del  auto. Patricia la sacó a los tirones mientras le decía de todo. Casi se descompone de las risotadas la pobre. Y la Negra sin esbozar una sonrisa. Era el ser más noble que he conocido. Laburadora como pocas, trabajó toda su juventud para pagarse los estudios. Nunca dejó de hacerlo. Era una máquina de generar trabajo la Negra. Cuando enfermó y le confirmaron cáncer de médula, ella misma me llamó y me dijo: Flaco, no me dejes sola, tengo miedo. No la dejé: la llamaba todos los sábados y  cuando tenía fuerzas atendía. Se fue hace doce años, el 22 de septiembre. Tenía sólo cuarenta. Como recuerdo atesoro un mapa celeste hecho por los mayas y este poema que duerme en sus manos:

EL CIELO QUE  ME REGALASTE…

Y se te fue la vida,
Muchacha linda…
cual agua cristalina
que busca su cauce.
Con toda tu ilusión,
con todos tus logros.
Y se me quedan tus recuerdos,
que hoy me duelen,
pero son recuerdos felices,
felices y plenos…
Y se te fue la vida, amiga mía…
Y te prometo una cosa
Llevarte en mis recuerdos
Como un bello tesoro,
y recordaré tus risas,
y recordaré tus horas
que tú me regalaste,
y soñaré despierto,
y un arcoíris de más
de siete colores,
porque tendrá uno más:
el color de tu alma dulce
y yo sabré que ahí estás,
sonriendo por mi dolor,
y algún día, quizás algún día…
comprenderé que te fuiste al cielo,
a un cielo que me regalaste,
pero aquí en la tierra…


Ahora lo comprendo, pero todavía tengo esos moretones en el alma, esos de los que me hablaba Valo el otro  día.



© Juan José Mestre.

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