Con el céfiro inmortal entre los sauces,
la palabra del alba apenas murmurada,
el canto de tres gallos
que el eco ancestral eleva a nueve revelaciones,
una señal en el universo púrpura
persistiendo en los olivos
tras el aceite ungiendo glorias cándidas
y el agua depurando trovas,
la luz se mece,
enzarzada en sus sacros resplandores,
para entonar la garganta de este día.
© Juan José Mestre
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