Eres pequeña, dulce fragilidad en tus orillas. Desnuda como la mañana que nunca cubre sus pudores. Desnudo tornasol del arrecife, único matiz de trigo que bordea el vientre de tu vientre. Brisa dorada, fuego excomulgado en la ternura de tus manos, hilo de plata que unifica la dualidad del cielo, arcilla dócil moldeando el manso vello fragante de rocío. Eres pequeña, pequeña y frágil aventura entre dos mares, niña indómita, apacible redondez de tu cintura, mínimo roce que difumina al mundo.
© Juan José Mestre
No hay comentarios.:
Publicar un comentario