“…el rostro que se mira en los gastados
espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno. "
J. L. Borges.
Ciego, perturbado de abismos y de fuegos, el último bastión del Tiempo ha sucumbido. Una tormenta desde esa anónima memoria que es Jericó derrumbó los muros internos del pavor. No hay piedra sobre piedra desde Hunab Ku* hasta el hilo de plata que ata al espíritu. La Llama Tripartita es nada más que un carbón apagado hundiendo naves en el cinturón de fotones. Un castillo de naipes se yergue en Patmos. Hasta los escritos de Juan son ilegibles. Un glorioso sura proclama la nueva alborada de los justos. El Torah, la abolición de las leyes. En la cruz temblorosa del ocaso puede verse a la Unicidad de todas las Asambleas. Como una sagrada epopeya, la calandria lanza al viento un último trino de esperanza.espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno. "
J. L. Borges.
© Juan José Mestre
* Hunab Ku, Centro de la Galaxia en la cosmología Maya
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