Un relámpago
y el negro de la noche
trasmuta el orgasmo oscuro
de tu cuerpo en luz de amor,
en plata de aura placentera,
de mil noches robadas a la luna
hoy ausente,
y otro relámpago
y otra vez la imagen de espasmos
amorosos y violentos,
y el crepitar de la lluvia
semeja el de tus músculos,
y el movimiento de todo tu ser se
funde en la tormenta
que espera el sol para calmarse.
Y cuándo él llegue, ya habrás huido
a la calma de tu sol
y yo
-rendido de cansancio y de penurias-
seguiré con mi alma
a la espera de que otro relámpago
la ilumine.
© Juan José Mestre
1 comentario:
hola.
muy sugerente y cargada de erotismo sutil tu poema.
leere mas.
cassandra
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