Es tirano, impiadoso,
guerrero, totalitario,
torturante,
me desangra,
no tiene estrellas,
sólo un cielo negro lo define,
un sol sin luz y opaco es su guía,
se alimenta de aguas malignas
y de clavos como los de una cruz,
cierra mis ojos y no me deja ver
más allá de él, coarta mi libertad
y mis recuerdos,
se mueve con aires marciales,
preparado para dar el
traicionero golpe,
se oye como una melodía sincopada
que desgarra mi alma,
y se contenta con mi esclavitud...
Pero es tu amor -el únco que quiero
y me enloquece- y lo acepto
sin más ni más,
aunque no me dé esperanzas,
anque esté ciego por tí y me dé cuenta,
aunque sepa que el muro que has erigido
es muy alto para escapar
y que los clavos de la cruz
me atrapen dolorosos...
Sí, es tu amor el único que acepto
y me enloquece...
Y en esa locura , tu amor se justifica
y se vuelve hasta piadoso...
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