Plúmbeo, el cielo niega sus azules. El enigma queda pendiente. Las campanas repican solitarias. Nadie las oye. Hay mucho ego para ello. Pero Gandhi dijo en una ocasión: La voz humana no alcanza para acallar esa vocecita de la conciencia. Deberemos hacernos cargo…
© Juan José Mestre
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