martes, abril 13, 2010

UNA LUNA LLENA

Estos días, cuando el silencio de la lluvia cae a plomo sobre las calles, un extraño sentimiento se estrella de lleno contra mi pecho. En ello me paso casi todo el tiempo: analizando qué me provoca la lluvia. Lo más semejante que se me ocurre es una mezcla de nostalgia y alegría. Y con ella, el loco y sereno –paradojal- tormento de aturdir mi mente con un amor jamás confesado. No sé lo que ocurrirá de aquí al final del día. Lo que sí sé es que estaré buscando en la arena una luna llena que arañaba el mar…



© Juan José Mestre

Cursiva: Joan Manuel Serrat










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