El sueño, esa pesadez de los sentidos que todo lo entorpece, un sol que no acaba de definir el tiempo, los colores que se acercan con el tinte furioso de sus últimas pinceladas, algún camino medio húmedo y medio helado hurgando en su sopor de nieblas, nada define al otoño como esta bisagra ocre en el confín del verde. La hora del reposo se acerca, parsimonia de haces y de tonos mortecinos en la sirga ya sin huellas.
© Juan José Mestre
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