La niebla es un interrogante, un sutil modo de nublar la vista, de opacar los ánimos, de soñar con los absurdos nubarrones de lo subjetivo, de pensar en algo impenetrable, huidizo, fantasmal hasta en lo quimérico. La niebla, esa oculta cazadora de esperanzas, brutal, mansa incertidumbre de un arbitrio; la niebla, esa renuencia del sol tras lo imposible…
© Juan José Mestre
No hay comentarios.:
Publicar un comentario