A Jeniffer.
Un silbo apacible una gota apenas, *
el roce de violetas,
la nieve que se funde
en el ardor de la arena.
La calma de la espera
es una iguana soñolienta
a la hora de la siesta,
grieta cerrada con el ocaso
de los cíclopes, para decir
“Amor, te estoy esperando”
y caer, sumiso, ante tus manos
que arrullan, desnudas, al anhelo.
© Juan José Mestre
(*) Versos de Jeniffer Moore.
1 comentario:
Gracias por honrar esos sencillos versos con el vuelo de tu pluma. Los llevo en mi corazón.
Un beso
Jeniffer
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