A esa aventura cotidiana de inventarnos la jornada, a la cuerda que se tensa al pasar los minutos devenidos en estanques desbordados, a esa aventura cotidiana de ser uno mismo en medio de la multitud sin forma, a todos los llantos sollozados sin permitirnos lágrimas en los ojos, a esa valentía arrancada de golpe a las entrañas, a esa locura terminante que acusa el impulso vital de cada día: a eso le llamamos esperanza.
© Juan José Mestre
2 comentarios:
¿o resignación...?
Un saludo.
Inma
MUY BUENO JUAN JOSÉ, ME GUSTÓ MUCHO TU ESCRITO. TE MANDO UN ABRAZO.
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