Fue una maza. Tal vez esta expresión de los jóvenes sea la más literal de las sensaciones que me dejó la celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo. Sí, fue una maza que impactaba mis sentidos, el pecho y la mente a medida que veía el desfile por televisión. No quiero ni pensar lo que sintió esa muchedumbre que estaba en las calles. No quiero pensar en el oleaje de energía que produjo esa marea humana que interactuaba con los artistas al paso de los carruajes. No quiero pensar. Quiero quedarme con ese sentimiento indescifrable, pero definitivamente feliz, que me produjo la fiesta popular de ayer. No quiero ponerla en palabras: sería limitarla, acotarla, cercenarla. Y los argentinos ya hemos padecido mucho de ello. Que cada cual se quede con su sentimiento. Me parece lo más legítimo.
© Juan José Mestre
No hay comentarios.:
Publicar un comentario