Un piano, la levedad del crepúsculo liando sombras en tintes de exilio, un sauce con sus últimos sollozos en la desnudez de la hierba aniquilada, nuestros ojos sin hallar el horizonte...
(telón)
El teatro retraído del poniente enrojece con el negro irremisible de los maderajes huérfanos de estrellas.
(las notas del piano son apenas un martilleo sordo)
© Juan José Mestre