martes, marzo 15, 2011

FÁBULA


Dos ratones charlaban sobre el queso. 

-Yo prefiero el provolone, porque es el más famoso gracias al Topo Giggio.

-Mmmm... mirá que el roquefort tiene más status ¡los franceses son distinguidos y gourmets de primera!

-No, no, no, ¡no! El roquefort es de lo más berreta... ¡A mí no me vas a decir que ese queso, por más que haya sido el preferido de los reyes franceses, que el fenómeno Roquefort haya arrancado en la era jurásica, hace unos 200 millones de años, con el hundimiento de la montaña Combalou, que esta convulsión de la naturaleza creó un entorno geológico único para lo que más tarde sería el queso Roquefort y que a partir de ahí se forma entonces el actual macizo rocoso con las cuevas naturales que influyen en su curación, nos tenga que gustar obligatoriamente! ¡No es una cuestión de historia, es cuestión de gusto!

-Pero escuchame, pedazo de idiota! No sé nada de historia, pero sí tengo gusto! El provolone...

Así pasaron horas y horas discutiendo sobre las cualidades de uno y otro queso. Agotados y hambrientos, destruidos e humillados recíprocamente, decidieron dar término a la discusión. Fue así que cada cual al emprender el camino de regreso, solitario e irremediable- pensó que a lo mejor el otro tenía un poco de razón. Pero ya era demasiado tarde para volver atrás.

© Juan José Mestre

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