
Relámpago en negativo
que todo lo oscurece,
ratas del otoño
en busca de un escape,
fulminante soplo
de nauseabunda espera,
canción diabólica retumbando
sueños,
romance bestial de las orillas,
nada se puede hacer con lo irredento:
un adiós brutal sea quizás lo que más se parezca
al martirio y al éxtasis de esta sagrada maldición
de tenerte sin tenerte.
© Juan José Mestre
1 comentario:
"...nada se puede hacer con lo irredento..."
Sì, esta magnìfica poesìa.
Como siempre tu profunda sensibilidad, el cuidadoso trabajo de la palabra "elegida", el arte de busar la belleza y/o la exactitud de la imagen que acompaña tus escritos y la inmensa alegrìa de leerte.
Cris
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