viernes, marzo 05, 2010

ESCRIBIR ES UN ACTO SUICIDA

 

 

 

Escribir es un acto suicida. Algunas veces por las circunstancias, otras por aquello que escribimos. Siempre, al finalizar unas pocas líneas,  queda poco de nosotros. Es así que viene la feroz tarea de reconstruirnos. Es así como vamos recogiendo hilachas del ser que quedaron en los bordes de un texto. Porque nuestra esencia más íntima permanece en lo escrito. No es una tarea intelectual el escribir. Es un karma en todos los aspectos. Estamos predestinados (los escritores) a esa brutal manera de morir en cada palabra. Y a  entregarlo todo en cada una de ellas. Sí. Escribir es un acto suicida. Y, sin embargo, cada día lo encaramos a sabiendas de que entregarlo todo lleva –por un instante- a la locura.  Quizá sea por ese instante que volvemos sobre nuestros pasos apenas arranca el día.  

 

 

 

© Juan José Mestre

 

 

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