lunes, junio 07, 2010

LA ESENCIA

El dolor es intenso. Punzante, se hunde en el vientre buscando un paisaje vacío, pleno de angustias, denso nubarrrón que semeja una pústula sin vida y sangrante. la vista se obnubila y el pulso se acelera en la otredad del cromo. Sudor blanco. Compartiendo una vaga mirada sin retorno, la soledad busca una víscera y la somete al último ultraje. A nadie le importa. Ni siquiera a mí, que soy un espectro retorcido por el fuego, la última hilacha de un tejido muerto, insano despojo de mis propios demonios y de mis propias sombras inválidas. Nada es lo que piensan. No sufro. Nadie sufre cuando se ha encontrado con un espejo sin reflejo.



© Juan José Mestre

1 comentario:

Juan Disante dijo...

Valoro mucho tus textos.
Sigamos!
Juan Disante