viernes, mayo 26, 2006

Lamentación

"Elegía", óleo de Diego Martín Díaz



Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Miguel Hernández, Elegía a Ramón Sijé.



Con este cielo que no es cielo

sino una masa amorfa y cenicienta,

respiro el ácido olor de tu mortaja.



Las aves penitentes por el instintivo canto

y la luz que no es luz, mas sí plañido,



un redondel de tierra

o un rectángulo

cobijarán tus huesos este día

con una estaca por cruz y las campanas;




nada podrá detenerme,



nada.



Cuando mi corazón sangre su última gota

estará junto al tuyo, seco y sosegado.



© Juan José Mestre

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