viernes, abril 30, 2010

ME DUELE

Me duele la humanidad y no la mía. Me duele toda la Humanidad en su locura, en su inconciencia, en su camino insaciable tras la muerte. Me duele el hambre, pero también los refugiados, los desplazados, los niños y los viejos, los despatriados, los mutilados, los vivos y los otros. Me duelen los sin vos y los que callan por cobardes. Me duele tanta bomba por la paz y tanto silencio cuando se debe gritar contra las guerras. Me duelen la injusticia y la impudicia. Y también lo obsceno de lo hipócrita. Me duelen los pasos que van hacia el abismo y las manos que se alzan suplicantes.



© Juan José Mestre

jueves, abril 29, 2010

GOTAS

Es esa desazón
que inspira tanta
inclemencia

aquella llovizna
que se pierde en el
hambre insaciable

de la tierra misma
(la que hace del barro
lágrima

y de la lágrima
helecho entre
las piedras)



© Juan José Mestre

miércoles, abril 28, 2010

LA SIRGA

El sueño, esa pesadez de los sentidos que todo lo entorpece, un sol que no acaba de definir el tiempo, los colores que se acercan con el tinte furioso de sus últimas pinceladas, algún camino medio húmedo y medio helado hurgando en su sopor de nieblas, nada define al otoño como esta bisagra ocre en el confín del verde. La hora del reposo se acerca, parsimonia de haces y de tonos mortecinos en la sirga ya sin huellas.



© Juan José Mestre

martes, abril 27, 2010

RECURSO

Huyo de la pena
y de la abulia

para no decir
que me asalta
la pavura

de acometer
este sinfín
monótono

de infiernos
y de azules

y me recluyo en
un poco de locura





© Juan José Mestre

lunes, abril 26, 2010

ES LUNES

Es lunes. Pareciera que hoy terminara la vida. O comenzara. Lo cierto es que el weekend amortigua las urgencias y las reemplaza por el ocio. En esas pocas horas se acumulan las necesidades de los próximos siete días. Es que el hombre necesita de los ciclos para tener una esperanza a corto plazo, de poca monta, sin demasiada altura. Y en ese vuelo bajo se nos va la vida, claro que un poco más soportable. Los grandes proyectos siempre son para los demás y casi siempre fracasan. Este axioma de poca monta se repite, invariable, hasta el fin de nuestros días. y nada hay que lo trastoque. Se cumple como una liturgia de rutinas, un gesto estampado a fuego, una promesa casi sagrada que debe cumplirse sin discutir, sin falencias de ninguna especie, simplemente por formar parte de un acostumbrado inconciente colectivo.



© Juan José Mestre

viernes, abril 23, 2010

EL FRÍO

El frío se lleva a cuestas. El frío se presiente, se huele, se sospecha y se vislumbra en la brillantez del aire que transforma los denuedos. El frío es eso: frío. Frío que está, es, tiene substancia. No importa cuántas virtudes posee: le falta la piedad y eso basta.


© Juan José Mestre

jueves, abril 22, 2010

EL HOY

el punto de inicio
se fusiona
con el punto final

llega a su cénit
la horizontal recta
del ocaso



mañana será lo mismo
con algunas variantes
en el entretanto


el hoy ya está diseñado







© Juan José Mestre

miércoles, abril 21, 2010

ZIGZAG

Es la desidia,
esa humillante verdad
que nos acosa,
esa loca estación
del no recuerdo,
ese loco ensueño
de poseerlo todo,
aquello de por allá,
esto más cercano
que no cesa,
ese callado bullicio
de fantasmas
en la noche,
aquel mutismo
del día
entre dos sombras,
la mentira locuaz
de la entelequia,
el río que no cesa
y se pierde,
cerca,
lejos,
nunca,
siempre,
casi donde
nadie llega…



© Juan José Mestre

martes, abril 20, 2010

LO MEJOR

Lo mejor está por venir. Nos espera un sol tibio después de la lluvia. Ya la misma lluvia es una grata compañera del recuerdo. La aurora, teñida de gris, se vislumbra calma, segura de estar ante el preludio del color. Y en ese color se esconde la existencia. Luminosa, en paz. Casi como una utopía. Los pájaros no se oyen todavía. Pero la esperanza de sus trinos late detrás de una brisa apenas presentida. Lo mejor está por venir y sólo es cuestión de dar tiempo al tiempo.


© Juan José Mestre

lunes, abril 19, 2010

LA NIEBLA

La niebla es un interrogante, un sutil modo de nublar la vista, de opacar los ánimos, de soñar con los absurdos nubarrones de lo subjetivo, de pensar en algo impenetrable, huidizo, fantasmal hasta en lo quimérico. La niebla, esa oculta cazadora de esperanzas, brutal, mansa incertidumbre de un arbitrio; la niebla, esa renuencia del sol tras lo imposible…



© Juan José Mestre

viernes, abril 16, 2010

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Atiendo lo que me dicen
analizo lo expuesto
intercambio ideas
¿por qué no?
pero no me pidan
que me tire de cabeza
a un pozo si creo
que no soy el sapo indicado
para idearlo como propio


© Juan José Mestre

jueves, abril 15, 2010

ALGO HAY QUE ME SUBYUGA

En el ocaso de Dios y del mundo, algo hay que me subyuga. Es ese deseo de ser nada, de fundirme con todos los abismos, de acaso ser humus que se reseca por la lava ardiente de inviernos milenarios, de soñar con lo negro de la noche, de ser yo mismo noche sin luna: tenebroso, cruel, humo gris fagocitado por mil bestias, carroña cósmica en los umbrales de una estrella que se muere, alimaña huyendo de lo bueno, canto silencioso en una escala carente de tonos, disoluto ente de fiereza, nada de la nada en lo arbitrario del nihilismo. En el ocaso de Dios y del mundo, algo hay que me subyuga: el amor que nunca he conocido.



© Juan José Mestre

miércoles, abril 14, 2010

YERRO

El colibrí,
metáfora tardía,
porfió por entrar
en el gris de la mañana

[perezosamente]

las hojas tomaron sus colores;

él, retornó a ese rincón azul
del que no debió haber salido.

[perezosamente,
el otoño se filtró
por la languidez
de un rayo de sol




© Juan José Mestre

martes, abril 13, 2010

UNA LUNA LLENA

Estos días, cuando el silencio de la lluvia cae a plomo sobre las calles, un extraño sentimiento se estrella de lleno contra mi pecho. En ello me paso casi todo el tiempo: analizando qué me provoca la lluvia. Lo más semejante que se me ocurre es una mezcla de nostalgia y alegría. Y con ella, el loco y sereno –paradojal- tormento de aturdir mi mente con un amor jamás confesado. No sé lo que ocurrirá de aquí al final del día. Lo que sí sé es que estaré buscando en la arena una luna llena que arañaba el mar…



© Juan José Mestre

Cursiva: Joan Manuel Serrat










lunes, abril 12, 2010

PETICIÓN

Quiero
un
mundo
donde
haya
un
poco
de
luz,

(con eso me alcanza)

Toda
la
paz
posible

(no estoy pidiendo mucho)

y
una
pizca
de
comida
para
cada
uno

(nada extraordinario)

Claro:
los
líderes
mundiales
están
ocupados
en
cosas
mucho
más
urgentes.




© Juan José Mestre

sábado, abril 10, 2010

DE ADULTEZ, NADA

No. No es lo que pensaba. Es otra cosa totalmente disímil, pero igual de indescifrable. En esa incógnita me estanco. Lloro, pataleo casi como un lactante. De adultez, nada. Es algo que me supera. Carcome mis sesos esto de andar averiguando diferencias entre un pensamiento y otro. Y lo que es peor, no discernir ni un poquito de la cuestión. Menos mal que no soy como mis congéneres, mucho, muchísimo más ordenados que yo y, sobre todo, coherentes y sin esta megalomanía que me caracteriza. ¡Menos mal! Por suerte, no todos son como yo y el mundo anda más o menos ordenadito.


© Juan José Mestre

viernes, abril 09, 2010

ABRIL

Es una rara sensación la que me causa abril. Entre nostálgica e impaciente, me hace ir por caminos que siempre son cambiantes. Nada importante sucede ahora, pero yo percibo algo que es como mudar de piel. En una palabra, no me siento completo. Y, entre todas las cosas que se fueron en mi vida, sobreviene este fastidio de cada año que hace que me sienta inseguro, dubitativo, como si caminara entre dos abismos. No sé a qué atribuirlo: sólo está ahí, aprisionado en la mente que, a su vez, pretende negarlo. No será más que un mes. Mientras tanto, todos me verán como acostumbran y el viento será cada vez más frío.



© Juan José Mestre

miércoles, abril 07, 2010

EL ENVIADO

Un mundo
dos
tres
no sé
cuántos
pero
sí sé
que el caos
y
la armonía
se cuelan
por debajo de
la puerta
a
cada
instante
en
cada lugar
en
cualquier
resquicio
Y así
se mixturan
luces
y
sombras
rosas
y
espinas
Nada
podrá
detener
esta sucesión
El viento avisa
que
los pájaros
ya
lo saben
los
pájaros ven
con
buenos ojos
al
viento como
su emisario



© Juan José Mestre

martes, abril 06, 2010

DERROTERO

El espanto,
piadoso hacedor,
recorre mis días
de punta a punta.

Ni un minuto de paz.
Ni uno solo.

Es sabido que los astros
Se conjuraron aquel día:

Pusieron todo
su empeño
en enseñarme
a vivir.

No lo conseguirán
hasta mi último
minuto.

En ese instante,
frente a la muerte,
podrán decir
que algo de todo esto
le llevo al polvo:

algunas pocas
palabras escogidas,
el perfume de mi madre
y un “te amo”
jamás pronunciado.



(Los demás
dirán: ha muerto
un sabio)





© Juan José Mestre

lunes, abril 05, 2010

DIVAGACIÓN

Uno, muchas veces, se deja llevar y no sabe que el tiempo vuelve cada cincuenta y dos años, que un árbol puede tener milenios y estar de pie y esas cosas… La pena, en cambio, casi siempre es constante y –por aquello que la alegría es efímera- va remando y remando con estos juicios a priori sin hurgar en la esencia de las cosas, con la conciencia como puede, con las señales de cada día, para que lo urgente vaya tapando con su pátina de exigencias los humores fétidos del mundo que, pese a todo, sigue siendo hermoso.



© Juan José Mestre

sábado, abril 03, 2010

LEVE

Leve,

el viento acaricia
la caída de las hojas.

Frío.

Se siente frío
el sol de la mañana.

Los árboles luchan,

impotentes,
contra el lento espiral

que dibuja arabescos
hacia el letargo irreversible.




© Juan José Mestre

viernes, abril 02, 2010

MALVINAS

Juan mentesano, un hombre por todos reconocido, unas de las voces del mítico Rotativo del Aire de Radio Rivadavia, se transformó de pronto en el locutor oficial de la dictadura. Un dos de abril, más o menos a las 8:0o de la mañana anunciaba el desembarco en Malvinas. Era el último manotazo de ahogado del régimen para perpetuarse en el poder. Era, también, el fruto del delirio de un megalómano que, vaso de whisky en mano, pensó que se podía enfrentar al imperio más poderoso del mundo. Todo es historia conocida. La parte menos conocida hoy, tal vez sea la de los veteranos de guerra, ignorados por muchos, acreedores del más grande de los méritos: ser los artífices de una de las epopeyas más grandes de la historia argentina. Ellos y los caídos durante y después de la guerra, fueron quienes escribieron la historia. Los otros, apenas pueden lucir el no muy apreciable título de cobardes.


© Juan José Mestre

jueves, abril 01, 2010

SIMPLIFICACIÓN EXTREMA PARA LA EXISTENCIA

He aquí el planteo:
yo existo,
tú existes,
todos existimos.
Pero,
¿vivimos?


© Juan José Mestre