En la penumbra desgajada de unas hojas amarillas y borrosas, los versos de tus muslos duermen su canción de esperas. Ansioso deambular por la galaxia, una estrella despojada de luz y de cielo recala en la última metáfora de la candela moribunda. Un rincón agolpa el suspirar de la brisa sofocada. Tu espalda, curva llana con pretensión de viento, eriza la suave rosa de tus senos. Un cisne surge del ensueño con su edredón de alas. Afuera, los lobos aúllan impotentes. El negro de tu pelo escribe su arabesco entre las líneas de una rima adormecida.
© Juan José Mestre
2 comentarios:
En la vida que es triste, que es llena de amargura,
Y que sólo el amor salpica de ventura,
Como a ingrata doncella amante dadivoso,
¿Qué corazón que suena, que espíritu que adora,
No convierte en princesa la humilde labradora
Y no cree que Aldonza es la flor del Toboso?
Te beso
Juan siempre siempre me emociona tus poemas.
Ya está tu entrevista en el blog, solo que quise avisarte y me da casilla llena o inactiva.
Besos Gus.
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