viernes, octubre 08, 2010

BARUJ Y YO

Descuajado de la vida y de la muerte
voy, como Baruj,
hacia el olvido.

Herético él como ninguno,
me acompaña con su expiación
del día a día.

El peor de los yerros fue perpetrado:
ser fieles a lo que los demás no aceptan.

Es por los demás
-precisamente-
que vamos hacia el estertor postrero,
en calma y sin batallas.

Que hagan cuantas tumbas quieran;
¡no nos pertenecen, no son nuestras!
tal como les toca a los descastados.


© Juan José Mestre.


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